El electroencefalograma, o EEG, consiste en el registro de la actividad eléctrica del cerebro mediante un equipo especial denominado electroencefalógrafo. La actividad eléctrica cerebral genera unas mínimas señales eléctricas que pueden ser captadas mediante electrodos situados sobre el cuero cabelludo. Estas señales son amplificadas y se pueden representar en una pantalla o registrar en una gráfica en papel continuo.
La electromiografía es una prueba que mide la respuesta de los músculos a los estímulos nerviosos. El electrodo de aguja se inserta a través de la piel en el interior del músculo. Cada fibra muscular que se contrae produce un potencial de acción. La presencia, tamaño y forma de la onda del potencial de acción producido en el osciloscopio proporciona información acerca de la capacidad del músculo para responder a la estimulación nerviosa.
El mapeo cerebral permitirá al paciente conocer el estado funcional de su cerebro en términos de transmisión electromagnética cerebral este estudio utiliza las mismas técnicas que el Electroencefalograma, y permite un análisis estadístico de las frecuencias eléctricas cerebrales con representación gráfica, según su amplitud y duración. Permite delimitar zonas cerebrales de funcionamiento normal o anormal y constituir un complemento útil en la visualización de la función eléctrica del cerebro.